¿Sommelier? Si, diplomado por favor 🙏🏻

Ser un sommelier no es solo saber de vinos y otras bebidas, sino además, hay que tener una certificación que avale sus conocimientos. Muchas veces eso no pasa.

Siempre pensé en escribir una nota sobre el tema. Nunca pude hacerlo o nunca me animé, no sé.

Recuerdo los viajes a Rosario desde San Nicolás todos los Martes durante dos años (2006 a 2008) para cursar en el Colegio de Cocineros Gato Dumas. Recuerdo haber trabajado en una librería en la parte de logística para pagar mis estudios, como se debe. Y podría seguir con la novela pero no; creo que ya entienden a dónde voy con esto. Lograr llegar a diplomarse cuesta. Cuesta por su responsabilidad, por su logística, por su costo en sí y mucho más. Por eso es tan complicado ver a cualquiera dando una charla o detrás de un stand presentándose con un título que no tiene.

Distribuidoras, vinotecas, bodegas, restaurantes y afines…
Tengo el gusto, después de 15 años de experiencia, de conocer a la mayoría de los distribuidores / representantes locales y zonales. Trabajé con ellos en algún momento a lo largo de estos años y sé lo que cuesta mantener un emprendimiento de comercio enológico. Justamente por eso siempre les recomendé y recomiendo siempre el trabajar con sommeliers certificados por alguna entidad educativa o institución con prestigio (C.C. Gato Dumas, ARS, EAS, Cave, etc).
Trabajar con un profesional con sus conocimientos certificados siempre es una inversión positiva para el emprendimiento que sea. En el caso del sommelier, contar con la carrera cursada y aprobada es elemental. Carrera, no un curso. En mi caso fue de dos años esa cursada. 

Hablemos de costos…
Con todo lo anterior explicado creo ya se sobreentiende que la inversión de trabajar con un sommelier no es el mismo a trabajar con alguien que solo “sabe de vinos”.

Les dejo, como ejemplo, el tarifario de la EAS (el último que tengo) que, a nivel nacional ponen los sugeridos dentro de nuestros campos de acción. La más consultada por colegas es la de las catas en vinotecas y demás que es de unos USD 20 (dolar oficial) la hora, sin agregar ahí los años de experiencia y demás detalles. 
Las personas no diplomadas que den charlas o dan algunos de los otros servicios deberían estar en la mitad de este costo anterior y, obviamente, no presentarse como sommeliers en ningún ámbito ni empleo. Esto último más que nada para evitar denuncias como Usurpación de título y otras. Y, quienes emplean Sommeliers deberían pedir el título y corroborar el mismo con la entidad que lo otorga.

De más está decir que, todos los que crean tener los conocimientos pero no tienen título pueden hablar con diferentes establecimientos y pedir rendir de forma libre o hacer la carrera para obtener el diploma y así poder ser colegas.

A lo mejor alguna arista me quedó fuera de esta nota así que, tal vez, se actualice con más info.

Dejo aquí disponible (ya que estamos) mi diploma de 2008 entregado por el gran Guillermo Calabrese que nos mira desde arriba.

Apostemos por una mejor Sommellerie para poder trabajar, educar y disfrutar mejor de nuestra bebida nacional.

Salute, nos vemos en las catas y las redes!

 Imagen destacada creada por AI.

PD: Imagen de encabezado generada por IA.co